El open courseware (OCW)

«es una publicación web de los materiales de clase y la estrategia docente de asignaturas de Educación Superior, generalmente universitaria. Los autores ceden los derechos de los contenidos con el modelo de copyleft. La mayor parte de los OCW de las universidades han elegido la propuesta de Creative Commons de atribución no comercial y licenciar igual (…). Dichos contenidos no se publican con el fin de que los usuarios obtengan titulación o certificación alguna, sino con el fin de potenciar la sociedad del conocimiento y fomentar proyectos ulteriores entre instituciones y docentes relacionados con los contenidos abiertos» (enlace a la wikipedia).

Algunos datos de la rueda de prensa en la que el MIT anunció la publicación en línea de sus materiales:

  • el MIT no está proporcionando un programa educativo en línea, sino publicando materiales. No es un programa de elearning, ni un programa de educación a distancia. El OPW no sustituye a la enseñanza presencial en el MIT.
  • no hay un interés comercial.
  • es un proyecto que está en consonancia con la misión del MIT y con su idea de servicio a la sociedad. Concretamente ayudar a crear conocimiento mejorar su calidad y a diseminarlo.
  • Sobre la propiedad intelectual: mantener la propiedad intelectual y permitir diferentes usos mediante licencias Creative Commons.

Los que se pone en línea son «contenidos». Básicamente documentos como sílabos, temarios, exámenes, tareas y solucionarios. En menor medida, hay cursos donde están disponibles presentaciones y algunos vídeos de clases magistrales. Siempre me ha intrigado ¿qué se puede aprender con esos contenidos? Realmente no acabo de tener claro si esta decisión del MIT se relaciona con el aprendizaje o hay que entenderlo en un sentido más institucional. Lo que sí es seguro es que una institución de la importancia del MIT supusó un cambió en la forma en que se veía la relación entre las instituciones educativas y la apertura. La formación del The Open CourseWare Consortium muestra la cantidad de instituciones que sugieron el ejemplo del MIT.

Mi sensación es que el OCW tiene más que ver con un nuevo posicionamiento de las instituciones en el nuevo espacio de la educación y la investigación surgido tras el impacto de internet. En una primera fase la cuestión era reproducir las prácticas tradicionales en un «campus virtual» que reflejaba el campus no virtual. Una vez que la distinción entre lo digital y lo analógico ha perdido sentido porque lo digital ha transformado lo analógico y porque estamos en un momento caracterizado por la hibridez, las grandes instituciones educativas necesitaban inventar nuevas prácticas más allá de implantar un «campus virtual». El OCW del MIt fue el primer prototipo de ese nuevo conjunto de prácticas. El MITx es el segundo prototipo que pone a prueba el MIT.